Una pregunta que nos hacen muy frecuentemente es si un consumidor tiene un vehículo que se considera un limón según la Ley de Garantía del Consumidor de Song Beverly. Debido a que se ha reconocido que un consumidor necesita al menos dos intentos de reparación antes de que un vehículo se pueda considerar un limón, la evidencia más importante es la orden de reparación del vehículo o factura, seguida de la prueba de propiedad del vehículo. La prueba de propiedad es importante porque el fabricante del vehículo verificará si el consumidor todavía es dueño del vehículo y también querrá verificar si el consumidor compró el vehículo en un concesionario de automóviles de California. Si ha leído mis blogs anteriores, ya sabrá que la Ley de Garantía del Consumidor de Song Beverly no se aplica a las compras de ventas privadas. No obstante, incluso si un consumidor compró un automóvil en una venta privada, algunos abogados toman este tipo de casos si el consumidor / comprador puede obtener los “derechos de la ley limón” del vendedor del vehículo. Por eso es importante que un consumidor se comunique con un abogado competente en la ley limón antes de embarcarse en una queja con el fabricante del vehículo. Además, como probablemente sabrá ahora al leer mis blogs, aunque un consumidor no necesita poseer físicamente el vehículo, el vehículo en sí es una prueba importante de que el vehículo era o es un limón.
El documento más importante para probar un reclamo de la ley limón es la orden de reparación de trabajo del vehículo o factura. La razón de esto es que esta es la evidencia principal del consumidor para probar el caso del consumidor. Por eso es extremadamente importante que cuando un consumidor deja su vehículo para reparación en un taller de reparación autorizado por el fabricante del vehículo, el consumidor le diga al concesionario todos los problemas y preocupaciones que el consumidor tiene con su vehículo. Muchas veces, el consumidor se queja con el concesionario sólo para descubrir más tarde que el concesionario no anotó todas las inquietudes del consumidor en la orden de reparación del vehículo o factura y, como consecuencia, el vehículo no fue revisado por ese problema, o si se verificó ese problema, la preocupación no se anotó en la factura. En lo que respecta al fabricante del vehículo, si no está escrito en la orden de reparación del vehículo, no sucedió. Es por eso que es extremadamente importante primero asegurarse de dejarle saber todas las preocupaciones al concesionario con respecto al vehículo y, en segundo lugar, que antes de salir del concesionario y recoger el vehículo, asegurarse de que la orden de reparación o factura del vehículo refleje todas las preocupaciones que tiene el consumidor con respecto al vehículo. Recuerde, la orden de reparación del vehículo o factura es el documento más importante que debe presentar al fabricante del vehículo para probar un caso de ley limón. Además, y muy importante, si el vehículo tiene un problema de seguridad, el consumidor querrá que se solucione de inmediato.
Secundaria a la orden de reparación del vehículo o factura, el contrato de compra o el contrato de arrendamiento del vehículo junto con el registro actual del vehículo, son documentos importantes no necesariamente para probar el caso de la ley limón, sino para presentar un caso para empezar. Como probablemente sabrá si ha leído mis blogs anteriores, se reconoce que para presentar un caso de ley limón, un consumidor tendría que haber comprado el vehículo en un concesionario de California, no en una venta privada. La advertencia aquí es que algunos abogados toman casos de consumidores si el consumidor compra el vehículo en una venta privada y se le asignan los derechos de la ley limón del propietario anterior, quien aparentemente sería el consumidor que compró el vehículo en un concesionario de California. El registro del vehículo es importante porque el fabricante querrá asegurarse de que el consumidor sea el propietario actual del vehículo. Es probable que haya leído anteriormente en mis blogs que un consumidor no necesariamente tiene que poseer físicamente el vehículo para hacer una reclamación de la ley limón, esto es cierto. Pero el consumidor también debe tener en cuenta que el vehículo en sí mismo es evidencia de un reclamo de la ley limón y, por lo tanto, el consumidor está en una mejor posición para presentar un reclamo de la ley limón si el consumidor aún posee físicamente el vehículo.
Otras pruebas secundarias para probar un reclamo de la ley limón son videos o fotos de los problemas del vehículo en el momento en que el vehículo manifiesta los problemas. Cuando el automóvil presenta problemas, es prudente que un consumidor tome fotografías o videos de manera segura de los problemas del vehículo. También son importantes las declaraciones verbales documentadas del concesionario de vehículos. Al hacer esto, es importante llevar un diario y anotar las fechas, los nombres y el tema de la comunicación.
Un abogado competente de la ley limón puede ayudarlo a revisar las órdenes de reparación de trabajo del vehículo o facturas y otros documentos para ver si se puede hacer un reclamo de la ley del limón contra el fabricante del vehículo, el concesionario, o ambos.
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